FTALATOS
Los FTALATOS son una familia de compuestos químicos que se utilizan comúnmente como plastificantes, es decir, se añaden a los plásticos para mejorar su flexibilidad, durabilidad y maleabilidad.
Los ftalatos se encuentran en diversos productos de consumo, como juguetes, envases de alimentos, productos de cuidado personal (cosméticos, perfumes, esmaltes de uñas, lacas de pelo), materiales de construcción, adhesivos, tintas de impresión y productos farmacéuticos y médicos.
Sin embargo, su uso ha generado preocupaciones debido a posibles efectos perjudiciales para la salud y el medio ambiente, afectando sistemas como el reproductivo, inmunológico y nervioso, así como el desarrollo.
Estos compuestos pueden migrar desde los productos hacia el medio ambiente y el cuerpo humano, por lo que se recomienda evitar el calentamiento de envases con alimentos para prevenir la migración a los alimentos.
Anteriormente, los ftalatos se encontraban comúnmente en dispositivos médicos como bolsas de sangre y de soluciones, tubos intravenosos y algunos catéteres y dispositivos médicos y en algunos productos farmacéuticos como excipientes o componentes de los recubrimientos de tabletas.
Sin embargo, las regulaciones y las prácticas de fabricación han evolucionado, y en muchos lugares se han implementado restricciones para limitar o eliminar su uso en productos médicos y farmacéuticos, debido a preocupaciones sobre posibles efectos adversos para la salud, especialmente aquellos destinados a niños y mujeres embarazadas.
Algunos ftalatos pueden actuar como disruptores endocrinos, afectando la salud reproductiva (como la calidad del semen o malformaciones genitales), el desarrollo fetal y otros procesos hormonales.
Y algunos estudios los han asociado con posibles problemas en el sistema reproductivo, inmunológico y nervioso, afectando al desarrollo y otros problemas de salud como asma y obesidad.
Los ftalatos pueden liberarse al medio ambiente durante la fabricación, uso y eliminación de productos que los contienen. Se han detectado en el aire, el agua y el suelo, lo que plantea preocupaciones sobre su impacto ambiental.
Debido a estas preocupaciones, algunos ftalatos han sido objeto de restricciones y regulaciones en ciertos lugares. Por ejemplo, la Unión Europea ha prohibido el uso de ciertos ftalatos en juguetes y productos para niños. Además, algunos fabricantes han optado por utilizar alternativas a los ftalatos en sus productos.