BOCIO
El bocio es una condición en la que la glándula tiroides se agranda de manera anormal, creando un bulto notable en el cuello. Las causas de este agrandamiento incluyen la deficiencia de yodo en la dieta, la presencia de nódulos tiroideos y desequilibrios hormonales que resultan en hipertiroidismo (exceso de hormonas) o hipotiroidismo (falta de hormonas). Sin embargo, también puede desarrollarse en individuos con una producción normal de hormonas tiroideas, condición conocida como eutiroideo.
A menudo, el bocio no causa dolor y puede ser asintomático. Sin embargo, en casos donde la inflamación es significativa, puede causar síntomas como tos, dificultad para tragar, sensación de opresión en el cuello, molestias al respirar o cambios en la voz debido a la presión sobre las estructuras circundantes.
No todos los casos de bocio requieren tratamiento. Si la inflamación es leve y no causa síntomas, generalmente no se interviene. Sin embargo, el tratamiento varía dependiendo de la causa subyacente y puede incluir el uso de medicamentos para regular la función tiroidea, suplementación de yodo, terapia de hormonas tiroideas, o en casos más graves, cirugía para extirpar parte o la totalidad de la glándula tiroides.
Bocio Nodular Tóxico o enfermedad de Plummer
Este término se refiere a la presencia de múltiples nódulos en la glándula tiroides que son hiperactivos y pueden generar un exceso de hormonas tiroideas. También conocido como enfermedad de Plummer, implica la existencia de nódulos hiperfuncionantes, los cuales, aunque en su mayoría no son cancerosos, requieren tratamiento.
Esta condición puede desencadenar episodios agudos de sobreactividad tiroidea, así como complicaciones en otras áreas del cuerpo, tales como dificultades respiratorias debido a la presión de los nódulos, problemas cardíacos o disminución de la agudeza mental. No obstante, en la mayoría de los casos, se puede tratar de manera efectiva.
Los síntomas de esta condición pueden abarcar fatiga, intolerancia al calor, aumento del apetito y de la transpiración, nerviosismo, agitación, palpitaciones, pérdida de peso y deposiciones frecuentes, entre otros.