PFAS Y PFOS
Sustancias PERFLUOROALQUILADAS (PFAS) y POLIFLUOROALQUILADAS (PFOS)
Las sustancias conocidas como «PERFLUOROALQUILADAS (PFAS)«, también llamadas «compuestos PFAS», y «POLIFLUOROALQUILADAS (PFOS)» se caracterizan por sus propiedades repelentes al agua, al aceite y a las manchas. Estas propiedades las hacen útiles en diversos productos cotidianos como recubrimientos impermeables, productos de cuidado personal, artículos de limpieza y materiales resistentes a las manchas.
Adicionalmente, su capacidad para resistir a temperaturas extremas las convierte en útiles en diversos usos industriales y de consumo.
Estos compuestos se encuentran en numerosos artículos de uso diario, tales como materiales de envasado de alimentos, recubrimientos resistentes al fuego, sartenes y ollas antiadherentes, productos de limpieza, textiles e incluso componentes utilizados en la industria aeroespacial. Sorprendentemente, también se ha detectado la presencia de estos compuestos en pajitas de papel y bambú, supuestamente biodegradables.
Estos compuestos destacan por su persistencia en el medio ambiente, por lo que son llamados “químicos eternos”, ya que tienen una notable resistencia a la degradación, lo que significa que pueden acumularse en el suelo, el agua y en los tejidos de organismos vivos y transmitirse por medio de la cadena alimentaria, por lo que pueden ingresar al organismo a través de la dieta, el agua, el aire u otras vías de exposición ambiental. Se han encontrado PFAS en tejidos animales y en alimentos destinados al consumo humano.
Algunos estudios han sugerido vínculos entre la exposición a estas sustancias y problemas de salud como disminución de la función inmunológica, efectos en la salud reproductiva y posible desarrollo de cáncer.
La presencia de PFAS en fuentes de agua potable ha generado preocupación a nivel mundial. En respuesta a esto, se están llevando a cabo iniciativas para supervisar y controlar el uso de PFAS, así como para abordar la limpieza de áreas contaminadas y reducir la liberación de estos compuestos al medio ambiente. Algunas zonas han implementado limitaciones y prohibiciones específicas sobre ciertos PFAS para abordar los riesgos ambientales y de salud pública asociados con estas sustancias químicas.
La Directiva (UE) 2020/2184, aprobada por el Parlamento Europeo y el Consejo el 16 de diciembre de 2020, aborda la calidad del agua destinada al consumo humano y establece normas vinculantes para los estados miembros. Estas normas, que incluyen valores y medidas específicos para los PFAS, deben ser implementadas por los estados miembros antes de enero de 2026 para asegurar que el agua destinada al consumo humano cumpla con los estándares establecidos. Los países miembros tienen la libertad de adoptar leyes más rigurosas a nivel nacional. España ha incorporado esta directiva al Real Decreto 3/2023, emitido el 10 de enero, el cual establece los criterios técnico-sanitarios para la calidad del agua de consumo, así como las medidas de control y suministro.