PLAGUICIDAS y PESTICIDAS
Los PLAGUICIDAS y PESTICIDAS, son sustancias químicas diseñadas para prevenir, controlar o eliminar plagas, como insectos, malas hierbas y patógenos que afectan a los cultivos agrícolas. Aunque estos productos químicos pueden ser efectivos para proteger los cultivos y aumentar la producción alimentaria, también han sido objeto de preocupación debido a sus posibles impactos negativos en la salud humana y el medio ambiente.
Los residuos de plaguicidas pueden permanecer en los alimentos tratados con estos productos. La ingestión de alimentos con residuos de plaguicidas plantea preocupaciones sobre la exposición humana a estas sustancias químicas. Algunos estudios han asociado la exposición a plaguicidas con problemas de salud como el cáncer, trastornos endocrinos, problemas neurológicos y otros.
Su uso frecuente puede ocasionar que las plagas desarrollen resistencia, lo que implica la necesidad de emplear mayores cantidades o diferentes productos. Además, estos pueden resultar perjudiciales para la vida silvestre, afectando a especies no objetivo y contribuyendo a la disminución de la biodiversidad.
Los pesticidas tienen la capacidad de filtrarse hacia el agua subterránea, contaminando así cuerpos de agua e impactando negativamente en los ecosistemas acuáticos y representando una amenaza para la calidad del agua potable. Además, estos pesticidas pueden perdurar en el suelo, afectando a los organismos presentes en él y contribuyendo a su contaminación.
Para abordar estos problemas, se han establecido normativas y métodos agrícolas más sostenibles con el medio ambiente. Se están impulsando iniciativas para fomentar las prácticas agrícolas integradas y métodos de control biológico, con el objetivo de disminuir la dependencia de pesticidas químicos. Además, las evaluaciones de riesgos y las regulaciones buscan asegurar que los pesticidas utilizados sean seguros y no presenten un peligro inaceptable para la salud humana y el entorno.