LAS HORMONAS: mensajeros químicos del cuerpo
Como vimos anteriormente, el sistema endocrino envía hormonas, que son los mensajeros químicos de nuestro cuerpo. Estas hormonas viajan por la sangre hasta llegar a las células para darles instrucciones precisas.
Imagina que las hormonas son llaves diseñadas para abrir cerraduras específicas en las células, llamadas receptores. Una vez que la llave (hormona) se une a la cerradura (receptor), la célula recibe el mensaje y cambia su comportamiento para realizar la función indicada por la hormona.
Las hormonas regulan nuestro humor, controlan nuestro crecimiento, el metabolismo, el estado de ánimo, la respuesta al estrés, el apetito y la reproducción.
El problema ocurre cuando, en lugar de hormonas, son disruptores endocrinos los que encajan en estas cerraduras. Estos disruptores actúan como llaves falsas que interfieren con la función normal de las hormonas. Al ocupar o bloquear los receptores, evitan que las hormonas auténticas se conecten y establezcan una comunicación eficaz, alterando las funciones corporales que dependen de este intercambio.
A menudo estos disruptores están presentes en productos de uso diario como plásticos y cosméticos, su impacto acumulativo puede resultar en desórdenes hormonales y problemas de salud, como podrás ver en una sección aparte.
Las hormonas están detrás de casi todo lo que ocurre en nuestro organismo. La importancia de las hormonas es tal que incluso pequeños desajustes pueden tener grandes consecuencias. Por ejemplo, un poco más o menos de hormona tiroidea puede afectar tu energía, peso y estado de ánimo.
Si quieres profundizar en el papel de las hormonas tiroideas, encontrarás información ampliada en el apartado “Pruebas para el diagnóstico de enfermedades de la tiroides”.
A continuación, tienes un listado de las principales hormonas y sus funciones en el organismo. Este listado nos muestra la complejidad y diversidad del sistema endocrino y esta información es clave para comprender cómo influyen en nuestra vida diaria y por qué es importante mantenerlas en equilibrio.
Hormonas del metabolismo y energía
Tiroxina (T4): La reguladora principal del metabolismo.
Triyodotironina (T3): Forma activa de la hormona tiroidea, acelera el metabolismo.
T3 reversa (T3r): Forma inactiva de T3, que bloquea receptores sin aportar beneficios.
Insulina: Regula los niveles de azúcar en sangre y ayuda a las células a absorber la glucosa.
Glucagón: Eleva los niveles de glucosa en sangre cuando son bajos.
Hormonas del hambre y la saciedad:
Grelina: La que nos avisa que tenemos hambre. Aumenta antes de comer y disminuye después.
Leptina: La que nos dice «ya estás lleno», regula el equilibrio energético.
Hormonas del bienestar y felicidad
Dopamina: La “hormona del placer”, la motivación, la recompensa y la gratificación. Cuando haces algo que disfrutas, como comer tu comida favorita o recibir un elogio, tu cerebro libera dopamina, lo que te hace sentir bien y te motiva a repetir la experiencia.
Serotonina: La “hormona del equilibrio y bienestar». Te ayuda a mantener un estado de ánimo positivo y estable, y actividades como caminar al aire libre o la exposición a la luz solar pueden ser muy efectivas para aumentar tus niveles en tu cuerpo. Regula el estado de ánimo, el sueño y la digestión; su déficit se relaciona con la depresión.
Endorfinas: Actúan como analgésicos naturales del cuerpo y están asociadas con la reducción del dolor y el aumento del placer. Se liberan en respuesta a actividades como el ejercicio físico, el sexo, la risa y otras experiencias placenteras. Las endorfinas ayudan a mejorar el estado de ánimo, a reducir el estrés y a promover una sensación de bienestar general.
Oxitocina: La “hormona del amor”: fomenta el apego, la confianza y el vínculo social. Se libera en grandes cantidades durante el parto y la lactancia para fortalecer el vínculo entre madre e hijo. Sin embargo, también se libera en otras situaciones, como durante abrazos, besos, y cualquier acto de cercanía y afecto.
Hormonas del estrés y respuesta
Cortisol: Es conocida como la «hormona del estrés» y se libera en respuesta a situaciones de emergencia o estrés tanto a corto como a largo plazo. Ayuda a incrementar los niveles de azúcar en la sangre y a proporcionar energía adicional para afrontar la situación.
No obstante, nuestro cerebro no siempre distingue entre una amenaza real y una percibida. Nuestros pensamientos y emociones están fuertemente conectados con la liberación de hormonas en nuestro cuerpo. Cuando tenemos pensamientos negativos, nuestro cerebro interpreta estos pensamientos como señales de estrés, lo que puede desencadenar la producción de cortisol.
Pensamientos negativos ➔ Señal de estrés ➔ Liberación de cortisol
Niveles elevados de cortisol durante períodos prolongados pueden tener efectos negativos en la salud, como aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y debilitar el sistema inmunológico. Así que cuida tus pensamientos.
Además, el cortisol es nuestro «despertador» natural, porque sigue el ciclo circadiano, siendo elevado en la mañana y disminuyendo durante el día.
Adrenalina: Es una hormona que se libera en situaciones de estrés o peligro. Su principal función es preparar al cuerpo para una respuesta rápida, conocida como la «respuesta de lucha o huida». La adrenalina aumenta la frecuencia cardíaca, la presión arterial y el flujo de sangre a los músculos, lo que te permite reaccionar rápidamente en situaciones de emergencia.
Noradrenalina: También se libera en respuesta al estrés, pero su principal función es mantener la atención y la concentración en dichas situaciones. Además, ayuda a regular la presión arterial al contraer los vasos sanguíneos.
Podríamos decir que si te persigue un león, el cortisol te proporciona energía para huir (al aumentar los niveles de azúcar en la sangre), la adrenalina prepara tus músculos para correr (incrementando tu frecuencia cardíaca y flujo sanguíneo) y la noradrenalina te mantiene alerta y concentrado para que puedas reaccionar rápidamente y escapar de la situación.
Hormonas sexuales y reproductivas
Estrógenos: Son un grupo de hormonas sexuales femeninas que juegan un papel crucial en el desarrollo y mantenimiento del sistema reproductor femenino y las características sexuales secundarias, como los senos. Los estrógenos regulan el ciclo menstrual y afectan el estado de ánimo y el comportamiento. También tienen efectos en otros tejidos del cuerpo, como los huesos y el corazón.
Progesterona: Es una hormona sexual femenina que desempeña un papel crucial en la regulación del ciclo menstrual y el mantenimiento del embarazo. Después de la ovulación, la progesterona prepara el revestimiento del útero para la posible implantación de un óvulo fecundado. Si se produce el embarazo, los niveles de progesterona se mantienen altos para apoyar el desarrollo del embrión. Si no se produce el embarazo, los niveles de progesterona disminuyen, lo que provoca la menstruación.
Prolactina: Es una hormona que se produce principalmente en la glándula pituitaria y está relacionada con la lactancia. Estimula la producción de leche en las glándulas mamarias después del parto. La prolactina también tiene funciones en la regulación del sistema inmunológico y el comportamiento, y puede influir en el estado de ánimo.
Testosterona: Es la principal hormona sexual masculina, pero también está presente en mujeres en menores cantidades. En los hombres, la testosterona es responsable del desarrollo de los órganos reproductores masculinos, el crecimiento del vello facial y corporal, y la voz más grave. También influye en la masa muscular, la densidad ósea y el impulso sexual. En las mujeres, la testosterona contribuye a la libido y la función ovárica.
Hormonas del crecimiento y la regulación
Melatonina: Nuestra «canción de cuna» interna, regula el ciclo del sueño. Es como el director de orquesta de nuestro reloj biológico, diciéndole a nuestro cerebro cuándo es hora de dormir.
Hormona estimulante de la tiroides (TSH): Regula la producción de hormonas tiroideas.
Hormona liberadora de tirotropina (TRH): Estimula la producción de TSH.
Hormona del crecimiento (GH): Controla el crecimiento, la reparación celular y el metabolismo.
Factor de crecimiento similar a la insulina (IGF-1): Mediador de los efectos de la hormona del crecimiento.
Hormona paratiroidea (PTH): La guardiana del calcio en nuestro cuerpo.
Aldosterona: La reguladora del equilibrio de sal y agua.
Calcitonina: Trabaja junto con la PTH para regular el calcio.
Cada una de estas hormonas juega un papel crucial en mantener nuestro cuerpo funcionando de manera óptima. Es como una orquesta finamente afinada, donde cada hormona tiene su partitura única pero todas trabajan en armonía para mantener nuestra salud y bienestar.
Recuerda que el equilibrio hormonal es delicado y puede verse afectado por diversos factores como la dieta, el ejercicio, el estrés, el sueño e incluso los disruptores endocrinos.
Mantener un estilo de vida saludable es clave para ayudar a nuestro cuerpo a producir y regular estas hormonas de manera adecuada.