HIERRO
El hierro desempeña un papel crucial en el organismo y en particular en el funcionamiento adecuado de la tiroides, por varias razones:
El hierro es esencial para la producción de hormonas tiroideas, ya que la enzima que las produce necesita hierro para funcionar de manera eficiente pero también es crucial para convertir la hormona T4 en su forma más activa, T3. Por lo tanto, una deficiencia de este mineral puede afectar la capacidad del cuerpo para producir suficientes hormonas tiroideas, lo que puede conducir a desequilibrios en el metabolismo y otros problemas de salud.
Además, el hierro también es necesario para el transporte de oxígeno en la sangre. Las células de la glándula tiroides necesitan un suministro adecuado de oxígeno para funcionar correctamente y producir hormonas tiroideas de manera eficiente. Una deficiencia de hierro puede limitar el suministro de oxígeno a la glándula tiroides, lo que puede afectar su función y la producción de hormonas tiroideas.
También hay que tener en cuenta que la relación entre el hierro y la tiroides es bidireccional. La deficiencia de hierro puede disminuir los niveles de T4 y T3 y aumentar los niveles de T3 reversa (una forma inactiva). Y por otro lado, el hipotiroidismo también puede reducir los niveles de hierro debido a una mala absorción intestinal.
Por lo tanto, es importante analizar el perfil de hierro en pacientes con hipotiroidismo mediante análisis clínicos y considerar los síntomas que manifiestan, ya que podrían tener valores aparentemente normales, pero una insuficiencia de hierro dado que el hierro que les falta se resta a otros procesos biológicos menos relevantes.
Una deficiencia de hierro puede conducir a que las células no reciban todo el oxígeno que necesitan, provocando fatiga, dificultad para concentrarse, caída de cabello, uñas quebradizas y una respuesta inmunitaria ineficaz.
En resumen, el hierro es esencial para la síntesis de hormonas tiroideas en la glándula tiroides y para el transporte de oxígeno necesario para su funcionamiento adecuado. Asegurar una ingesta adecuada de hierro a través de la dieta es importante para mantener la salud en general y en particular la de la tiroides y el equilibrio hormonal en el cuerpo.
Las fuentes de hierro incluyen carne roja magra, aves de corral, pescado, legumbres, espinacas y cereales fortificados.