¿QUÉ ES MÁS PELIGROSO,
EL HIPOTIROIDISMO O HIPERTIROIDISMO?
Ambos, el hipotiroidismo y el hipertiroidismo, son condiciones médicas serias, pero cada una conlleva riesgos y complicaciones diferentes.
Hipotiroidismo
El hipotiroidismo, o deficiencia de hormonas tiroideas, puede llevar a una serie de problemas de salud si no se trata adecuadamente. Puede causar síntomas como fatiga, aumento de peso, depresión, entre otros. A largo plazo, el hipotiroidismo no tratado puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca, colesterol elevado y complicaciones durante el embarazo, entre otras afecciones.
Si se diagnostica y trata de manera adecuada con medicamentos de reemplazo hormonal, como la levotiroxina, la mayoría de las personas con hipotiroidismo pueden llevar una vida normal y saludable. Sin embargo, el no tratamiento o el tratamiento inadecuado pueden tener consecuencias graves.
Una de las consecuencias graves, aunque es poco común, es el mixedema, que puede ser potencialmente mortal si no se trata adecuadamente. Se trata de una complicación grave del hipotiroidismo prolongado y no controlado, que puede conducir a la coma mixedematosa, una condición de emergencia con riesgo de vida que implica una disminución grave de la función cerebral.
El mixedema se presenta con síntomas como fatiga extrema, hinchazón facial, piel seca y gruesa, somnolencia seguida de letargo profundo y pérdida del conocimiento. El tratamiento implica la administración de hormona tiroidea sintética, como la levotiroxina, para restablecer los niveles hormonales normales y prevenir complicaciones graves. La atención médica inmediata es esencial para evitar riesgos potenciales para la vida.
La tiroiditis de Hashimoto puede ser una causa subyacente pero los factores desencadenantes específicos del coma mixedematoso pueden variar e incluyen infecciones graves, suspensión abrupta del tratamiento y eventos estresantes, tanto físico como emocional, como traumatismos graves o cirugías.
Es importante destacar que estos factores desencadenantes pueden variar en cada individuo y la predisposición al coma mixedematoso depende de la gravedad y duración del hipotiroidismo no tratado.
El coma mixedematoso es una emergencia médica que requiere tratamiento inmediato en un entorno hospitalario. Si hay sospecha de esta condición, se debe buscar atención médica de emergencia.
Hipertiroidismo
El hipertiroidismo, o exceso de hormonas tiroideas, puede causar síntomas como pérdida de peso, nerviosismo, insomnio, palpitaciones y debilidad muscular. A largo plazo, el hipertiroidismo no tratado puede tener efectos en los huesos, el sistema cardiovascular y puede aumentar el riesgo de problemas oculares, como la enfermedad de Graves.
El tratamiento del hipertiroidismo puede incluir medicamentos antitiroideos, yodo radiactivo o cirugía para reducir la producción de hormonas tiroideas. Con un tratamiento adecuado, muchas personas pueden manejar con éxito el hipertiroidismo, pero la enfermedad de Graves a veces puede requerir una atención más especializada.
En el contexto del hipertiroidismo una complicación grave y potencialmente mortal es la «tormenta tiroidea» o «tormenta de tiroides». Se trata de una emergencia médica caracterizada por una liberación extrema y súbita de hormonas tiroideas en el torrente sanguíneo. Esta condición puede ocurrir en personas con hipertiroidismo no controlado o mal manejado, especialmente en casos de enfermedad de Graves-Basedow.
Los síntomas de la tormenta tiroidea pueden incluir fiebre alta, taquicardia, hipertensión, confusión, agitación, vómitos y en casos graves, puede llevar al coma o al fallo multiorgánico. Al igual que con el coma mixedematoso en el hipotiroidismo, la tormenta tiroidea requiere atención médica inmediata en un entorno hospitalario. El tratamiento se centra en reducir la producción de hormonas tiroideas, controlar los síntomas y abordar las posibles causas subyacentes.
En resumen, ambos trastornos son serios y requieren atención médica. El riesgo de complicaciones depende de factores como la gravedad de la condición, la edad, la presencia de otras condiciones médicas y la prontitud del tratamiento. La clave para gestionar estas condiciones es la detección temprana y el tratamiento adecuado bajo la supervisión de un profesional de la salud.